jueves, 12 de septiembre de 2013

“Vaya organizando su vida porque a su marido no lo volverá a ver”, le dijo el coronel Bulacio.

Dramático testimonio de Elena Mateo de Turk
 
En esta nueva audiencia de debate del segundo juicio de lesa humanidad en Jujuy,  se escucho el dramático y firme testimonio de Elena Mateo de Turk, esposa del desparecido Ernesto Turk Llapur, abogado del foro local que detallo la detención y posterior desaparición.
Tambien el testimonio de un agente penitenciario Alberto Guzmán quien afirmo la intervención de Antonio Vargas en el penal y la presencia de militares y el obispo Medina.
Hoy se reanuda la audiencia a las 9 , en el Colegio de Abogados  se escuchara el testimonio de Claudia Lazzaletta.
 
Búsqueda incansable
 
El 28 de mayo de 1976, esa mañana recibió el mensaje en su estudio que la policía lo buscaba que no dejaron nada y que sí tenía tiempo vaya por la Central.
Ante ese mensaje el abogado buscó a su colega Héctor Tizón y revisaron alguna causa que fuera el motivo de la visita recibida en su estudio. Junto a Tizón fueron a la Central y al ingresar le hizo una seña a su amigo que estaba todo bien.
Ese día después del almuerzo una policía aviso al padre de Elena que su yerno estaba en la Central. La familia se movilizo, y empezaron un camino de mentiras. En la Central le negaron la detención, hasta que un primo Llapur Said hablo con el comisario Ernesto Jaig y le afirma que sí estaba detenido por averiguación de antecedentes. Esa noche lo trasladan a Turk a la comisaria de Villa San Martín donde pudieron llevarle ropa de abrigo y comida.
Al otro día van a Villa San Martin junto a familiares y le informan que Jaig lo traslado a la Central de policía. Jaig les dice que estaba por orden de los tenientes de inteligencia Jones Tamayo y Peigge.
Esa tarde en la central pudieron ver a Turk en el fondo y “estuvimos con él, estaba bien,  angustiado le habían dicho que a mí también me habían detenido”.    
A un primo de la familia le habían dicho que el lunes o martes lo dejaban en libertad a Turk.
Elena le llevo la comida y le avisan que a Turk lo llevaron a dormir a Villa San Martín.
Luego va a la Central y Jaig le informa que “no puede hacer nada lo trasladaron al penal de Gorriti”.
Para visitarlo le informan que debía tener una autorización del Coronel Bulacio.
 
“Mucha gente detenida en el penitenciario”.
 
En el RIM 20 anotaban a los familiares de 3 a 7 de la mañana. La primera vez no la atienden a Elena y al otro día la anotan y le informan que la atenderá el teniente Rafael Braga.
A las 9 la atienden en un pasillo donde estaba Braga y cuando le toco el turno. El represor corrió la mesa- había un charco-  le dijo “un paso adelante”. Hice un paso al costado “quienes es ud. para que yo hable desde un charco”.El militar se enojo, y un soldado le apunto la espalda y la llevo a una oficina. Elena tenía 22 años.
Braga le dijo “esas son las mujeres que me gustan, que no hagan caso”. Elena le solicitó una orden para ver a su marido en el penal. Le dijo que llamaría para que la dejen pasar y que llevara su hija y todo lo que quiera, sin darle un papel.
Al llegar al penal no la dejan pasar a pesar de nombrar que tenía orden de Bulacio y Braga. “Había llevado fotos de mi hija, ropa” le recibieron y le trajeron un nota de Turk donde decía que estaba bien, que quería hacer un poder para que sigan los juicios. A los días debía recibir la ropa sucia, pero le informan que por orden del Ejército no podían pasar o recibir nada.
Un día, permaneció en el penal para que la atiendan y a las 23 no la llamaban y un soldado se apiado y le aviso que “fueron sacados por orden Jaig y Díaz en comisión y le sugiere que fuera al RIM 20.
 
“Vaya organizando su vida por que a su marido no lo volverá a ver”
 
Elena a las 3 de la mañana pide hablar con Bulacio para saber de su marido. “A pesar que no hablo con mujeres de terroristas que quiere saber? “ y le aconsejo que “vaya organizando su vida por que a su marido no lo volverá a ver”. La jóven irritada intenta arrojarle un cenicero.  El represor llamo a soldados y la sacaron a punta de fusil.
Junto a la familia empezaron a presentar una serie de habeas Corpus sin respuesta. Pidió entrevistarse con Jones Tamayo, Peigge y Jaig pero no la atendieron.
Pasaron junio y julio y recibieron la noticia de un enfrentamiento que habían asesinado a personas jóvenes que una de esas podía ser Turk. Parientes hablaron con médicos del hospital Soria y una versión fue que eran cuatro cuerpos, pero que dejaron tres cuerpos y uno retiro el ejército.
Bulacio contesto un habeas corpus donde dice que Turk había sido traslado el 6 de julio al área 322 Salta.
Viajaron a Salta con una cuñada y las atiende el Capitán Zenarrusa que conocía a Turk, era un jujeño que trabajaba en Salta y le dice “Acá nunca fue trasladado”. Este militar le avisa que viajaba al otro día a Jujuy que las esperaba en la Central para aclarar la situación. Esa tarde la atiende Arenas jefe de policía y le sugiere que hable con Bulacios. “Yo de detenidos políticos no se nada”.
En el regimiento no la atienden y le dicen que vuelva a hablar con Arenas. Este la recibe y en su escritorio tenía una arma “lamentó comunicarle que su marido murió en el enfrentamiento. Se evadieron de Córdoba y fue encontrado en el Ticuho, Tucumán”. Ante el dicho Elena hizo el amague de tomar el arma y lo amenazo. La echaron.
Viajan a Tucumán y logran hablar con el juez Landa quien le informa que sí hubo un enfrentamiento el 7 de julio y entre las víctimas no estaba el apellido Turk. Fueron al regimiento y un primo reconoció los cuerpos asesinados pero Turk no era.
Siguieron presentando habeas corpus, nadie la recibió .
Elena continuaba yendo a la cárcel, entre esas visitas sin novedades, un soldado le dice “averigüe en la Federal, su marido no volvió más“.
Recordó que a fines del 76 en un brindis de fin de año el comisario Morales lamento que “en su gestión haya sucedido lo de Turk”. Elena destacó que una versión decía que a turk lo llevo el ejército a la federal a mediados de junio del 76 muy golpeado. En esta dependencia había una sótano y al bajar se desnuco y murió. Después el ejército se entero y saco el cuerpo”, no se nada son versiones dijo Elena.
De ahí en más nada hasta el día de hoy.
Ante las preguntas del fiscal Snopek  si en la búsqueda vio a Bulgheroni dijo que si lo fue a ver y que estaba Bernal Soto que reemplazaba a Bulacios quine le dijo que “no se preocupara que  le darían una constancia en trámite de defunción”.
También recordó la malicia de los militares que el 30 de diciembre la llamaron a las 23 para mostrarle el expediente de su marido con la foto que le sacaron en cautiverio y le dijeron “no la citamos antes porque su hija hoy cumple un año y seguro estaba de fiesta”.

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